Tanto en el trabajo como en la vida diaria he experimentado numerosas situaciones donde me sentí atrapado en un lazo de pensamientos repetitivos, incapaz de avanzar. Esto me ha ocurrido en contextos profesionales tanto como personales. En ingeniería, cuando me enfrenté a ciertos problemas, sentí la presión de encontrar una solución pero no pude identificar una. En mi vida diaria, tanto en casa como en el trabajo, he experimentado consecuencias negativas cuando bien sea yo u otra persona dijo, hizo o no hizo algo. Y de nuevo, me encontré dando vueltas, aparentemente «pensando» en lo que sucedió o se dijo, y sin embargo logrando ningún progreso.
A esto lo llamo Pensamiento Circular y mentalmente se ve así:
El pensamiento circular no es pensar; simplemente da la ilusión de serlo. Te mantiene ocupado sin resultados, impide el progreso hacia una solución.
El Pensamiento Circular también puede afectar a grupos enteros. En una ocasión, me llamaron a una reunión de emergencia para cubrir a mi gerente que estaba de viaje de negocios: un servidor crítico estaba caído, afectando las operaciones y costándole dinero cada minuto a la empresa. Mientras los equipos técnicos trabajaban para restaurar el servidor, la necesidad inmediata en la reunión de emergencia era idear una estrategia para gestionar las consecuencias de la falla. A pesar de que los otros en la sala estaban dos niveles jerárquicos por encima mío, solo podían concentrarse y hablar del problema: «tenemos este tremendo problema», «afectará la reputación», «costará dinero» (e internamente podrían estar pensando «mi bono o mi trabajo podrían estar en riesgo»). El centrarse únicamente en el problema impidió que alguien articulara un camino a seguir. Su pensamiento circular se lo impidió. No fue hasta después de varias vueltas de amplificación del problema que pudieron empezar a pensar en cómo abordar los problemas causados por la interrupción del servicio.
Contrasta el pensamiento circular con lo que yo llamo Pensamiento Linear. En su forma más pura, el pensamiento lineal te lleva directamente del problema a la solución, como se ilustra en la siguiente flecha:
¿Entonces, cómo poder salir de la trampa de pensar en círculos y avanzar hacia una solución?
Para escaparme del pensamiento circular, he descubierto que adoptar una actitud de resolución de problemas es lo más efectivo. En lugar de quedar atrapado en un lazo diciendo: «Tengo este problema», cambia tu mentalidad a: «Esto debe tener una solución y estoy trabajando para encontrarla».
Puede que tengas una solución directa, tal vez necesites evaluar diferentes opciones o puede que necesites investigar más a fondo para encontrar una solución. En cualquier caso, ¡estarás progresando!
El cambio mental del pensamiento circular al pensamiento lineal se puede visualizar de la siguiente manera:
La próxima vez que te enfrentes a un problema, intenta concentrarte en la solución y no en el problema. ¡Mucha suerte en el futuro!
También he desarrollado algunas teorías sobre las razones subyacentes por las que a veces caemos en la trampa del pensamiento circular. Si te interesaría saber más sobre estas ideas, por favor házmelo saber en la sección de comentarios. ¡Tus comentarios ayudan a dar forma al contenido futuro!
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